Pasamos al menos una tercera parte de las horas del día en nuestro lugar de trabajo, y durante todo ese tiempo el entorno en que trabajamos ejerce una gran influencia sobre nosotros. Resulta sorprendente comprobar cómo la mayoría de las personas cuidan la limpieza de sus casas pero no prestan excesiva atención a la de su lugar de trabajo. Trabajar en un entorno limpio es muy importante para el adecuado desarrollo de la actividad de la empresa. Veamos por qué.
La salud de los empleados
Un empleado enfermo no está en las mejores condiciones de trabajar, además de poner en riesgo la salud de sus compañeros. La mejor forma de evitar la proliferación de enfermedades es mantener limpio el espacio de trabajo. Para ello, la empresa puede contar con su propio equipo de limpieza o contar con la ayuda de una compañía externa que se encargue de esta tarea.
No menos importante es utilizar productos que respeten la salud y el medio ambiente. Estos productos reducen el nivel de los alérgenos causantes de asma y evitan las reacciones alérgicas en personas con sistemas respiratorios sensibles.
Otras enfermedades, como es el caso de la gripe, se propagan rápidamente entre grupos de personas que comparten un mismo espacio. Disponer de higienizadores de manos y animar a los empleados a que los utilicen regularmente reduce los riesgos de contagio. Por otro lado, incorporar un sistema adecuado de filtrado del aire también minimiza la propagación de infecciones, además de eliminar los malos olores.
Mejor imagen corporativa y satisfacción de los empleados
¿A quién le gusta trabajar en un ambiente caótico? Las personas preferimos trabajar en espacios ordenados y limpios. De este modo ofrecemos un mayor nivel de implicación en la tarea que estamos llevando a cabo. A nivel corporativo esto produce impacto positivo en la cultura empresarial. Pero los empleados no son los únicos que acceden a tus instalaciones. También lo hacen clientes, inversores y otras personas que pueden juzgar a la compañía en función de una primera impresión positiva o negativa. Una oficina descuidada no dice mucho a favor de la empresa, ya que muchos pensarán que no toma en serio su negocio. Esto puede hacer que un posible cliente se decida por trabajar con la competencia. Unas instalaciones limpias muestran que te preocupas por tus empleados y por tu negocio.
Conservación de los bienes de la empresa
Todas las compañías tiene equipos de oficina y maquinaria. El coste de amortización de los equipamientos se reduce cuando se aumenta su vida útil. Si no se mantienen de forma adecuada, tendrán que reemplazarse antes de tiempo, con el consiguiente incremento de los gastos.
No menos importante resulta la limpieza de los suelos y del mobiliario de oficina. El suelo debería permanecer siempre brillante y libre de huellas de pisadas y otras marcas. Las alfombras y moquetas deben aspirarse frecuentemente para eliminar el polvo, las manchas y arañazos. Todo esto no solo reduce los costes de sustitución prematuros, si no que contribuye tanto a transmitir una buena impresión de la compañía como a mantener un entorno saludable para los empleados
Un ambiente limpio en la empresa es bueno para todos: empresarios, empleados, clientes, inversores, etcétera, porque ayuda a mejorar la salud, la satisfacción y transmite una imagen positiva de la compañía. Y cuando todo es saludable, se incrementa la productividad y todos disfrutamos de los beneficios.