El inicio del nuevo año viene acompañado por una ola de gripe que está causando estragos en la población. En estas condiciones, las oficinas y centros de trabajo se convierten en focos propagadores de la enfermedad. Podemos reducir los riesgos de contagio en el trabajo estableciendo ciertos hábitos.
1. Extender el hábito de lavarse las manos
Suena sencillo, pero lo cierto es que muchas personas no tienen la costumbre de lavarse las manos de forma habitual, y éstas son una de las principales fuentes de contagio de enfermedades como la gripe.
Para lavarse las manos en el trabajo y no participar en la propagación del virus, basta hacer lo siguiente:
- Mójate las manos con agua fría o templada.
- Aplica jabón y frota bien tanto las palmas como la parte posterior de las manos, el espacio entre los dedos y bajo las uñas.
- Cuenta hasta 20 mientras te frotas las manos antes de dejar de lavarlas.
- Aclárate bien bajo el chorro de agua.
- Sécate las manos.
- No te preocupes por tener que tocar elementos muy expuestos como la llave del grifo o el dispensador de toallas de papel. El equipo de limpieza se encarga de desinfectar todas estas superficies al menos una vez al día.
2. Mantener limpias las superficies suaves y duras
Los equipos de limpieza suelen poner especial atención en la limpieza e higenización de las superficies duras, tales como suelos, pomos de las puertas, llaves de la luz, etcétera. Sin embargo, a menudo se descuida la limpieza diaria de las superficies suaves, como tapicerías, cortinas o estores, que pueden convertirse en foco de propagación de la enfermedad. Un dato importante es que el virus de la gripe puede sobrevivir en estas superficies blandas hasta 12 horas.
Independientemente de3 la superficie –dura o blanda-, debe realizarse la desinfección al menos una vez durante la jornada laboral. Hay que tener en cuenta que un solo trabajador infectado puede contagiar la gripe a la mitad de la plantilla en unas 4 horas.
3. Implicar a los directivos
Contar con un equipo de limpieza responsable ayuda a reducir en gran medida la propagación de la gripe entre los empleados. Sin embargo, los responsables de cada departamento también deben involucrarse en la lucha para mantener bajo control la ola de gripe en la empresa. Para ello, no solo han de asegurarse de observar lo mencionado en los puntos anteriores, sino facilitar la opción de trabajar desde casa a aquellas personas que muestren algún síntoma gripal, evitando así que la enfermedad se extienda al resto del equipo.